¿Qué es la artritis psoriásica?
¿Qué puede causar artritis psoriásica?
En la actualidad no se conoce la causa de la artritis psoriásica, se cree que los factores que influyen en su aparición son:
- Los genes, los estudios han demostrado que la genética juega un papel crucial en la aparición de la APs. Aproximadamente el 40% de las personas con esta condición tienen antecedentes familiares de psoriasis o artritis psoriásica.
- El sistema inmunitario, el sistema inmunológico ataca por error las células sanas del cuerpo, provocando inflamación en las articulaciones y en la piel.
- Los factores ambientales, como infecciones, traumas en la piel o el estrés, pueden desencadenar o agravar la enfermedad en personas predispuestas genéticamente.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de la artritis psoriásica varían entre los individuos, pero los más comunes son:
- Dolor y rigidez articular, las articulaciones afectadas, suelen presentar dolor, hinchazón y rigidez, especialmente por la mañana.
- Psoriasis cutánea, la mayoría de las personas presentan lesiones cutáneas características de la psoriasis, como manchas rojas con escamas plateadas.
- Entesitis, los tendones o ligamentos se inflaman, lo que provoca dolor y sensibilidad, especialmente en el talón o en la planta del pie.
- Dactilitis, también conocida como "dedos en salchicha", esta condición se refiere a la inflamación de los dedos de manos y pies.
- Fatiga, la fatiga severa es un síntoma común, a menudo asociado con la inflamación sistémica y la carga física y emocional.
¿Cómo se diagnostica la artritis psoriásica?
Puede ser complicado debido a la similitud de sus síntomas con otras formas de artritis, como la artritis reumatoide. El proceso diagnóstico generalmente incluye:
Se debe revisar la historia clínica y el médico debe realizar un examen físico, además de evaluar los síntomas del paciente, prestando especial atención a los antecedentes de psoriasis o a cualquier signo de inflamación articular.
También se suele realizar pruebas de laboratorio, aunque no existen pruebas directas para la artritis psoriásica, se pueden comprobar los valores de inflamación de las articulaciones.
Por último, se realizan radiografías, resonancias magnéticas y ecografías para detectar cambios en las articulaciones y tejidos blandos que son característicos de la artritis psoriásica.
¿Qué tratamientos existen para la artritis psoriásica?
El tratamiento de la artritis psoriásica tiene como objetivo reducir los síntomas, prevenir el daño articular y mejorar la calidad de vida del paciente. Las más recomendadas son:
Medicamentos Anti-inflamatorios No Esteroides (AINEs): Estos fármacos se utilizan para reducir el dolor y la inflamación.
- Medicamentos Modificadores de la Enfermedad (DMARDs): Estos medicamentos, como el metotrexato, se usan para frenar la progresión de la enfermedad y prevenir el daño articular.
- Biológicos: Los agentes biológicos son una opción para aquellos que no responden a otros tratamientos. Estos fármacos atacan específicamente partes del sistema inmunológico que desencadenan la inflamación.
- Terapias Tópicas y Fototerapia: Para las manifestaciones cutáneas de la psoriasis, se pueden utilizar cremas, ungüentos y terapia con luz ultravioleta.
- Rehabilitación Física: La fisioterapia y los ejercicios específicos son esenciales para mantener la movilidad articular y la fuerza muscular.
- Intervenciones Quirúrgicas: En casos severos, cuando el daño articular es significativo, puede ser necesaria la cirugía para reparar o reemplazar las articulaciones afectadas.
¿Cómo será la recuperación de la artritis psoriásica?
La enfermedad en ocasiones es leve y afecta solo algunas articulaciones. Sin embargo, en muchas personas con artritis psoriásica se presenta daño a las articulaciones en los primeros años. En algunas personas, la artritis muy grave puede ocasionar deformidades en las manos, los pies y la columna.
La mayoría de las personas con artritis psoriásica que no mejoran con AINE deben consultar a un reumatólogo, un especialista en artritis, junto con un dermatólogo por la psoriasis.
El tratamiento oportuno puede aliviar el dolor y prevenir el daño a la articulación incluso en casos muy graves.