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Sobreexposición solar: ojo a las manchas de la piel, y cómo eliminarlas o atenuarlas
Muchas manchas de la piel tienen su origen en la exposición solar
Por lo general, el verano nos hace más conscientes de las imperfecciones y de las manchas de nuestra piel. La mayor exposición solar, y la sobreexposición en particular, propician unos mayores riesgos para la piel. El sol incrementa los niveles de melanina, por lo que a menudo tras el periodo estival apreciaremos manchas nuevas en la piel.
Independientemente de que seamos de piel más clara o más morena, es un error pensar que no todas las pieles son delicadas. Es creencia común, e incierta, que las pieles más morenas poseen una resistencia a toda prueba. La piel recuerda y las quemaduras solares de hoy pueden conducir a cánceres de piel mañana. El abuso del sol es el principal factor de riesgo de la piel.
Pero no todas las alteraciones del pigmento que se producen en verano implican que haya problemas, si bien es el dermatólogo quien debe valorar cada caso, pues, y no me canso de repetirlo: igual que cada persona es única, cada piel también lo es y requiere un tratamiento que no tiene por qué ser coincidente con el de otra persona.
¿Qué tipos de manchas de piel hay?
Causas de las manchas de la piel y propiciadores de su desarrollo
Tal como he apuntado anteriormente, el sol está detrás de muchas de estas manchas, pero puede haber causas genéticas y también hay ciertos hábitos que ayudan a su desarrollo: abuso de alcohol y café, tabaquismo, medicamentos con corticoides, estrés, alimentación... La prevención, en estos casos, está muy vinculada a evitar los factores de riesgo y al empleo sistemático de cremas y otros productos dermoprotectores.
Y luego está el factor edad, que es indudablemente uno de los más importantes, pero los años pasan y muchas manchas y lesiones se originan con el paso del tiempo; es irremediable. Así que lo que se requiere es seguimiento en consulta, y vigilar cualquier aparición súbita o cambio en la coloración o el tamaño de manchas y lunares.
Tipos de tratamientos para las manchas de la piel
Afortunadamente, la mayoría de las manchas de la piel admiten tratamientos para eliminarlas o atenuarlas, si bien algunas, como los melasma o los léntigos, pueden requerir tratamientos más prolongados o regulares que no tienen efectos inmediatos. Esto conviene hacerlo constar para no generar falsas expectativas.
Insisto en que cada paciente es diferente y que requiere una valoración individualizada y un tratamiento ajustado a sus necesidades específicas. Lo que al paciente puede parecerle una manchita sin mayores consecuencias, un dermatólogo puede encontrarle sus aristas.
Para las manchas de piel de tipo vascular, los tratamientos más comunes son luz pulsada intensa y láser. Los resultados son excelentes, pues los capilares y manchas rojizas quedan reabsorbidas sin dejar ninguna cicatriz. Por otra parte, esta terapia permite corregir varias lesiones vasculares en una sola sesión. La rosácea se corrige con terapia fotodinámica, que combina gel y luz. Para conocer más sobre esta técnica que aplicamos en nuestra clínica, se puede visitar este enlace. Adicionalmente, puede estar indicado usar otros productos cosméticos, cremas, vasoconstrictores e incluso antibióticos si hay infección bacteriana.
Para las manchas de piel de tipo pigmentado, pueden emplearse láseres que resuelven los léntigos rompiendo los acúmulos de pigmentación producidos por el sol. Los lunares pueden requerir solo revisión, o bien eliminación mediante cirugía menor. Los melasmas se resuelven con dermoabrasión y otros geles y cremas que ayuda a la despigmentación.
Importante: en la mayoría de los casos se requerirá protección solar de la zona tratada después de cualquier intervención. De nuevo, el especialista dermatólogo debe indicar cómo proceder en cada caso. ¿Tiene alguna mancha que le plantea dudas? Dude de remedios caseros y confíe en la experiencia del dermatólogo. Con la piel no se juega.